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Nataniel Aguirre.  Edición de Gustavo V. García

Juan de la Rosa. Memorias del último soldado de la independencia

Esta es una de las novelas latinoamericanas más importantes del siglo xix. A pesar de su escasa difusión en el ámbito internacional, en Bolivia provoca un culto similar al que rodea al Quijote en España: todos la citan pero pocos la leen. Como todo culto, éste supone dogmas y prejuicios que obscurecen su valor. Entre los críticos bolivianos, para citar un ejemplo, es un lugar común repetir una frase atribuida a Marcelino Menéndez y Pelayo que la consideraba: “la mejor novela americana del siglo xix”. Pero Juan de la Rosa merece algo más que el chisme literario. Para empezar, a ciento veinticinco años de su publicación, ya era hora de una edición crítica –ésta que tiene entre sus manos–  en base a la primera, publicada en el diario El Heraldo de Cochabamba en 1885.

Juan de la Rosa es una obra difícil de clasificar: ¿diario, historia, memorias o testimonio? Se podría intentar acaso una respuesta: más que un “valioso documento histórico y sociológico” (Lora), un episodio nacional, o una novela histórica, “romántica, moralista, sentimental y evocativa” (Guzmán), Juan de la Rosa es un texto en el que hay de todo un poco (y mucho en algunos casos). Es más, su hibridez narrativa es de tal complejidad que se puede decir que es ficción como documento histórico y es histórico como ficción.

Gustavo V. García es catedrático de la universidad Rose-Hulman Institute of Technology (eeuu). Ha publicado numerosos artículos y el libro La literatura testimonial latinoamericana (Madrid, 2003).

2010

Colección: Letras Fundacionales

(ISBN: 978-99954-1-282-1 / 454 pp. / 0,557 kg. / 14 x 21 cm.)